Publicado por Libertad Digital

La compañía Peaches Biotech se sitúa a la vanguardia de la medicina regenerativa.

 

Peaches Biotech se fundó en plena crisis financiera en 2008. Sus promotores pensaron que era el momento de apostar por una iniciativa valiente, una alternativa a lo que estaba sucediendo en gran parte de la sociedad española, ávida de un modelo de riqueza basado en el conocimiento y menos en la cultura del ladrillo. Estos profesionales conocían bien el mercado de la industria farmacéutica, donde habían desarrollado sus carreras. En efecto, Juan Carlos de Gregorio, directivo de éxito en el ámbito biotecnológico, quiso impulsar un nuevo proyecto para generar valor añadido a un mercado necesitado de nuevos retos. Ya lo había hecho años antes como CEO de Puleva Bioetch.

Su visión de este nuevo proyecto se basaba en la búsqueda de tecnologías del mañana para ser aplicadas a la mayoría de la población y mejorar su calidad de vida y todo ello en forma de negocio rentable. «Dios los cría y ellos se juntan» pensó Juan Carlos cuando conoció al Dr. Pedro Lapuente. Su conexión fue inmediata, Pedro estaba investigando en ese momento en su laboratorio de Zaragoza lo que Juan Carlos había imaginado frente a su chimenea de Cercedilla. No en vano este médico de perfil renacentista y pionero en muchos ámbitos, atesoraba un gran bagaje en medicina deportiva incluidos clubs de futbol de primerísimo nivel. Su experiencia en los años 90 como jefe de I+D+i del Grupo Carin, había hecho que su apuesta por la investigación posicionara a esa compañía como líder en el sector de la medicina física a nivel mundial esos años.

 

No fue casualidad que supiera trasladar a ese mercado entonces en auge sus conocimientos y labor investigadora como Profesor titular de la Universidad de Girona. No hay «dos sin tres», volvió a pensar Juan Carlos cuando contactó con Ignacio Vega, CEO del grupo Cardiva. Esta compañía lleva más de 30 años de éxito comercial en el mercado de productos sanitarios. El gran conocimiento de Ignacio de las necesidades de la sociedad para cuidar su salud, junto a su probada fórmula de éxito comercial para llevar productos sanitarios a todos los puntos donde se necesitan, fue la guinda de este pastel que se llama Peaches Biotech.

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Una de las consultas.

 

Su apasionante aventura centrada en la inmunología aplicada a la medicina regenerativa ofrece la medicina personalizada del futuro a la los ciudadanos de a pie. Las investigaciones que este grupo ha llevado a cabo han dado como resultado tratamientos para deportistas de élite, entre ellos conocidas estrellas del mundo del fútbol, que tienen acceso a los mas caros y sofisticados tratamientos. Como un día pasó con los avances tecnológicos de la Fórmula 1 en que solo los pilotos campeones pudieron beneficiarse, pero hoy día lo hacemos todos los usuarios de utilitarios, Peaches quiere democratizar sus sofisticados tratamientos de medicina regenerativa y ponerlos a disposición de los pacientes de sus cínicas CRES a precios accesibles. La última cita del compromiso compartido de estos tres protagonistas ha sido la pandemia provocada por el Covid-19, donde como nos van a explicar en la entrevista uno de estos medicamentos va a poder reducir el número de hospitalizaciones en UCI y muertes provocados por los devastadores efectos inflamatorios en los pulmones de los infectados.

 

En primer lugar, preguntamos al Dr. Lapuente, responsable de I+D+I del grupo, ¿qué aporta el Grupo Peaches a la medicina actual?

Aportamos una innovadora línea de medicamentos biológicos obtenidos a partir de sangre de donante, especializados en producir unos efectos inmunomoduladores, anti-inflamatorios y pro-regeneradores, aplicables a un gran número de enfermedades. Sencillamente nuestros medicamentos imitan la forma natural de curación de cada enfermedad o lesión, en condiciones controladas de laboratorio, consiguiendo un concentrado de citoquinas, quimioquinas y factores de crecimiento específicos para diferentes tejidos y diferentes enfermedades con capacidad de fabricación industrial a gran escala, por lo que serán tratables con ellos enfermedades autoinmunes, enfermedades reumáticas crónicas, lesiones deportivas, enfermedades infecciosas, dolores crónicos y enfermedades tumorales.

 

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El Dr. Pedro Lapuente.

 

PREGUNTA: Dr. Lapuente, entendemos que en el futuro estos medicamentos podrán ser aplicables a muchas enfermedades diferentes.

RESPUESTA: Efectivamente van a tener aplicación en gran cantidad de enfermedades en los próximos 50 años y por ello varias multinacionales farmacéuticas de diferentes países han mostrado interés. De hecho ahora tenemos proyectos de investigación clínica en marcha en aplicaciones aparentemente dispares como un tratamiento para la tormenta citoquínica asociada a covid-19, que ya ha demostrado su bioseguridad y eficacia en animales, y del que se están produciendo los primeros lotes de forma industrial, con el fin de poder comenzar el ensayo clínico en el Hospital Universitario de Fuenlabrada en el próximo otoño. Este medicamento reducirá la tormenta de citoquinas que produce el coronavirus en determinadas personas y reducir de forma significativa la mortalidad de esta enfermedad que tanto ha afectado a la población mundial.

También nos estamos preparando para tratar con esta tecnología lesiones deportivas musculares, tendinosas y osteocartilaginosas, que acelerarán y optimizarán la recuperación de dichas lesiones deportivas, a niveles nunca vistos hasta la fecha. Trabajamos en un tratamiento para el dolor neuropático crónico, que responde mal a los tratamientos farmacológicos clásicos y el grado de sufrimiento de los pacientes es muy elevado. Todas tienen un nexo común que es la proteína MyD88, que coordina la respuesta del sistema de la inmunidad innata en cualquier enfermedad, y que nuestros medicamentos son capaces de inmunomodular, evitando la producción de respuestas inflamatorias crónicas, ineficaces y descontroladas.

 

P: D. Juan Carlos de Gregorio, ¿con qué instalaciones y capital humano cuenta su grupo actualmente?

R: El núcleo duro de nuestra plantilla lo constituyen 40 profesionales, casi todos licenciados y doctores especializados en labores de investigación, gestión, asistencial y comercial. Actualmente nuestro grupo cuenta con 4 clínicas especializadas en medicina regenerativa, las clínicas CRES, donde aplicamos tratamientos de medicina regenerativa aplicada a las articulaciones y la estética, siempre en el marco actualmente autorizado por la Agencia Española del Medicamento.

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Juan Carlos de Gregorio.

 

Contamos con una empresa biotecnológica comercializadora, denominada Lyposmol Biotech, referente en el mercado de la medicina regenerativa de células madre procedentes de grasa. Adicionalmente hemos hecho realidad una apuesta de futuro para integrar el talento publico y privado en terapias avanzadas a través de una gran bioincubadora, LivingCELL, con vocación de liderazgo en Europa en terapia celular que cuenta con más de 2000 metros de laboratorios y salas blancas con la más avanzada tecnología ubicada en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, que aporta estructura sanitaria y pacientes para la adecuada sinergia con estas bioempresas innovadoras.

Para nosotros es importante la visión estratégica desde diferentes puntos de vista, para lo que hemos puesto en marcha un comité asesor externo, formado por personalidades relevantes en un marco multidisciplinar que nos orienta en la evolución y el éxito de nuestras investigaciones y desarrollo de negocio. Además colaboramos con los mejores científicos de nuestro país, como el Dr. Alberto Anel, catedrático del departamento Biología Molecular y Celular de la Universidad de Zaragoza.

 

P: D. Juan Carlos de Gregorio, el proyecto suena muy ambicioso, ¿tiene el grupo el soporte necesario para llevar esto acabo?

R: Actualmente estamos inmersos en una fuerte ampliación de capital, que va a permitir asegurar todos los fondos económicos necesarios para consolidar en los próximos 5 años nuestro proyecto empresarial, lo cual permitirá la llegada al mercado de nuestros primeros medicamentos biológicos a lo largo de este periodo. Respecto al capital humano y científico de la compañía, está muy consolidado y va creciendo constantemente en función de las necesidades del grupo, así como las alianzas con actores e instituciones muy relevantes en este ámbito de actuación.