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El nuevo modelo de colaboración público-privada y la irrupción de las Biotech están revolucionando la investigación, la forma de producir fármacos y los mercados, como apunta el CEO de Grupo Peaches Biotech.

 

Farmacéutico de formación y emprendedor por definición, Juan Carlos De Gregorio protagonizó la fusión más importante producida hasta ese momento entre las biotecnológicas Exxentia y Puleva Biotech y se mantuvo en la dirección de esta última empresa cotizada desde 2008 hasta 2013. Hoy Juan Carlos De Gregorio es, probablemente, uno de los mayores conocedores de la industria biotecnológica y de su potencial. El CEO del Grupo Peaches Biotech es uno de los pioneros de la revolución que se está produciendo en el campo de la medicina de precisión. Las Biotech ya han emergido con fuerza en los mercados y los inversores han puesto sus ojos y parte de sus recursos en ellas.

 

La irrupción de este tipo de empresas en el sector farmacéutico augura grandes cambios. Como explica el CEO del Grupo Peaches Biotech, “es un hecho objetivo que las empresas Biotech están teniendo un crecimiento muy superior al de otros sectores”. Esto tiene su razón de ser en “la decisión de varias farmacéuticas de cerrar sus plantas de investigación, para reducir gastos y externalizar su I+D. Para ello están optando por modelos de colaboración público-privada con grupos científicos potentes, así como por la compra de la tecnología y los nuevos medicamentos desarrollados en pequeñas compañías biotecnológicas. Prefieren comprar licencias y patentes cuando las investigaciones están avanzadas o, incluso, comprar las empresas, como hizo Pfizer con su vacuna del coronavirus y la compañía BioNTech.

 

La inversión en empresas biotecnológicas está cobrando solidez ya que estamos dando paso a tratamientos emergentes como la terapia génica, las células madre, la nanomedicina y los nuevos sistemas de administración. La biotecnología está favoreciendo a la denominada medicina de precisión o personalizada, centrada en el individuo. Gracias a la medicina de precisión, la tasa de respuesta en los tratamientos del cáncer alcanzan cifras por encima del 30%, frente al 5% de los tratamientos tradicionales, y se puede dar respuesta diagnóstica mucho más rápida. Los medicamentos biológicos son más fáciles de desarrollar que los químicos tradicionales, presentarán menos efectos secundarios porque son más selectivos y su origen biológico les otorga un nivel más alto de seguridad, aunque deben someterse a la regulación y demostrar estos parámetros frente a los organismos reguladores”.

 

El gran descubrimiento que ha hecho nuestro Grupo es que empezamos a entender el lenguaje de los tejidos, de cómo las células encargadas de regenerar los tejidos hablan con los tejidos deteriorados, y por lo tanto podemos intervenir en esa comunicación favoreciendo la actividad de las células a la hora de regenerarse. Concretamente estamos trabajando en una patente propia que implica un nuevo modelo de fabricación de medicamentos biológicos para la regeneración de diferentes tejidos. Estamos poniendo a punto un modelo de producción de medicamentos biológicos que actúa exactamente como el de los jóvenes, produciendo esos mediadores que hacen que las células se activen y se regeneren de forma rápida. Es decir, este modelo nos dará medicamentos para regenerar músculos, tendones, huesos, corneas, piel y otros muchos tejidos. De forma natural, rápida y sencilla se producirán medicamentos baratos altamente eficaces y muy seguros; como te decía, una revolución en el mercado del medicamento”.

 

 

Un vistazo al futuro

Más allá de la eficacia y el beneficio para los pacientes, estos avances también hacen vislumbrar un negocio prometedor. “Hasta el momento, las empresas Biotech tienen estructuras mucho más pequeñas, son más flexibles y adaptables y, siempre que apuesten por líneas de investigación acertadas, con probabilidades de éxito, tienen todo a su favor para ofrecer una gran rentabilidad a corto y medio plazo, pero también a largo, porque es un sector con mucho recorrido”, explica el CEO.

 

Todo ello ofrecerá soluciones para enfermedades como el cáncer, el Alzheimer y todas aquellas que son tan frecuentes como complejas de tratar en estos tiempos, como precisa De Gregorio, “existen incluso productos en investigación que, bien desarrollados, podrían convertir la COVID-19 en una simple gripe. Los avances en biología celular y molecular van a protagonizar grandes progresos en la mejora de la salud de la población”. El propio Grupo Peaches está desarrollando varios tratamientos: uno de ellos, dirigido a combatir el cáncer de colon, que es el que tiene mayor incidencia en el mundo, y ya están muy avanzados, a punto de iniciar la fase preclínica; otro, en una fase avanzada, contra el cáncer de páncreas, para garantizar una mayor esperanza de vida al paciente y combatir con más efectividad la enfermedad; desarrollan también otro tratamiento para combatir los efectos de la COVID-19, porque a pesar de la existencia de la vacuna, el virus seguirá existiendo y precisará de un tratamiento…

Los medicamentos basados en la regeneración de tejidos selectivos y las terapias celulares son clave también para las enfermedades neurodegenerativas (ELA, Alzheimer, Parkinson) o las cardiovasculares (ictus, isquemia) o para las más de 7000 enfermedades raras de base genética.

 

“Existen productos en investigación que, bien desarrollados,

podrían convertir la COVID-19 en una simple gripe”

 

Estos avances también contribuirán a democratizar el precio de tratamientos, en ocasiones, fuera del alcance de muchos. Para evidenciarlo, el CEO pone el ejemplo de la Granulisina, un tratamiento que están desarrollando en el Grupo Peaches contra el cáncer de colon: “Tenemos estudios y aproximaciones que demuestran que, cuando se ponga a la venta, rebajará notablemente los 6700 € de media que cuestan los tratamientos que recibe anualmente en España un paciente de cáncer de colon, según los datos de la Agencia Española Contra el Cáncer (AECC)”.

 

¿Significa todo esto que una pequeña empresa biotecnológica pueda superar en investigación a las grandes farmacéuticas, con su envergadura y sus recursos?

“Son modelos distintos”, responde el experto. Las empresas de biotecnología son más pequeñas y flexibles y apuestan por proyectos de investigación ambiciosos, pero limitados en personal, en recursos, en ocasiones basados en fórmulas novedosas de colaboración”.

La clave está, señala, en acertar en las líneas de investigación, para eso es vital rodearse de los mejores profesionales, tanto en la estructura de la empresa, como para liderar los proyectos de investigación. “Le pongo dos ejemplos: en Peaches Biotech contamos con el Doctor Juan Pedro Lapuente, socio fundador del grupo, que tiene grandes conocimientos bioquímicos y un talento innato para visualizar los mecanismos biológicos de la inmunomodulación y de la regeneración celular, como director de I+D+i, o tenemos al frente de la investigación del tratamiento contra el cáncer de páncreas a una eminencia en este campo, el Dr. Manuel Hidalgo, jefe de Oncohematología del Weill Corner de New York (EE.UU). Son solo dos ejemplos de la alta capacitación de la gente que tenemos al frente de nuestras líneas de investigación”. Otra de las cuestiones clave es la colaboración público-privada. El año pasado ganamos la licitación del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid) en el que disponemos de 2000m2 de laboratorio, donde tenemos una sala blanca para desarrollar terapias avanzadas.

 

Este proyecto, llamado Living Cells, es pionero en su género y supone un cambio de paradigma en la colaboración entre una empresa privada y un hospital público. De Gregorio señala: “De los fármacos que desarrollemos en esta Bioincubadora se beneficiará además de mi Grupo por sus hallazgos en I+D e innovación, el propio hospital, por los derechos de patente generados, Living Cells, por la venta de servicios a las bioincubadas y el retorno en derechos de explotación, así como el Sistema Nacional de Salud, porque tendrá acceso a medicamentos modernos, seguros, eficaces y más baratos. Eso sin contar con los beneficios para los inversores que apuesten por estos proyectos, ya que verán multiplicadas sus aportaciones en tres o cuatro años gracias a los medicamentos biológicos de gran valor añadido que se van a generar relacionados con terapias celulares, genéticas e inmunológicas. Cuando hablo de la flexibilidad y adaptabilidad de las Biotech me refiero a esto también. Son nuevas fórmulas de investigación que están dando muy buenos frutos”.